Debe ser desolador levantarse cada mañana, apagar la sacamuelas de la alarma y esperar veinte segundos a que el cerebro se ponga en marcha, sabiendo desde que te arropaste y cubriste tu cuerpo con las sábanas y cerraste los ojos que la mañana iba a ser dura, y la tarde más ardua aun. Quizá, sea efecto de la ley de la atracción (es raro que afirme algo semejante; os lo confieso, no me va eso de la superstición). Pero, claro, mi otra mente (sí, tengo dos, y rezo por que no mantenga vínculos con la del dichoso contraargumento diabólico con que infinidad de personajes cinematográficos han tenido que lidiar). De cualquier modo, no sopeso ni contemplo la idea de dedicar mi modesta escritura a la elaboración de parodias. Tampoco parto con la intención de emular la satírica personalidad larrariana made in sevilla.
Bueno, queridos o no lectores, con este último crédito (así le llamamos en la interesantísima clase de ética) ponemos punto final a esta efímera pero intensa temporada de escritos, pero no os preeocupéis que en septiembre mis descendiente aljarafeños vendrán con la suficiente batería como para obligaros a probar en en el mundo de la metacualona. He dicho.
Bueno, queridos o no lectores, con este último crédito (así le llamamos en la interesantísima clase de ética) ponemos punto final a esta efímera pero intensa temporada de escritos, pero no os preeocupéis que en septiembre mis descendiente aljarafeños vendrán con la suficiente batería como para obligaros a probar en en el mundo de la metacualona. He dicho.
Sabéis
qué: estaba guaseando
(esta vez increíblemente
sin smartphone) porque se dice así ¿no?. S-M-A-R-T-P-H-O-N-E. Doy
clases de inglés y tal (lo siento si no os levanta el interés lo
que voy a decir pero para eso sois los visualizadores de mis palabras
y me tendréis que aguantar, sospecho) y, si no me enchufaron un
homólogo del traductor del funeral del desaparecido Mandela por
profesor, significa teléfono inteligente en su traducción literal.
!Qué lógicos estos anglosajones!. Y ahí es donde quiero llegar
porque es el tema que os voy a proponer a continuación ( infundo
calma, no os impacientéis, ya sabéis el dicho: vísteme
despacio que tengo prisa. Venga
de quien venga ¿estamos?). Me parece de lo más propicio tratar un
tema que recogió myself
( yo mismito, para los
no angloparlantes) de un filme de Tony Kaye: El profesor, Detachment
en su lengua de origen (otra vez el sofisticado inglés) que sugiere
el epígrafe de “la indiferencia” ( detachment = indiferencia, me
están tramitando el pasaporte británico)
Llegó
la hora,perdón por si os infrigí alguna vez temor, quería decir.
Llegó la hora de caracterizarse y ponerse serios ya que David Checa
Jr ( y tengo la osadía de incluirme en mi propio texto, pero
!quémorro tienes Checa!) está a tiro de revelar un nuevo episodio
en http://www.unamoralpatetica.blogspot.com.es/
y, aviso, el último previsiblemente. Así que lean:
Mis
primeras líneas “debe de ser...” ( me debéis una) iban
dedicadas al protagonista de la película que os decía. En fin, ese
personaje le etiquetan el nombre de Henry Bathes, papel encarnado por
un tal Adrien Brody( un óscar, El pianista...), dudo de si sabéis
de quien os hablo. Deberíais. De todas maneras, siempre os quedará
esta magnífica voz que no os habla, pero que definitivamente
consigue deleitaros con cada término del que hago uso. Por cierto,
pertenezco al incipiente movimiento literario el Parenteseado
(mera aportación, espero que
aprovechable). Sin más,y esta vez apelando a la franqueza, empiezo.
Inexorablemente
crudo, el argumento de Detachment se adentró en mis inquietudes, de
esta forma justifico mi elección, y , vacilóseme
tanto que aquí me encuentro, prisionero entre estas letras, haciendo
honores y reflexionando sobre su contenido que, ciertamente,
considero relevante sacar a palestra.
Desde que nos convertimos en neonatos, como dicen los biólogos, ya
somos objetos receptores de lo que nos transmiten incoherentemente
nuestros seres queridos,y no tan queridos, con claras intenciones
pedagógicas. Digo incoherentemente pues por eso, porque sólo tratan
con neonatos (recién nacidos para los no miembros de la comunidad
científico-genética). Para resumir: nos pasamos ese rato que
abarca desde el mero nacimiento hasta la considerable edad de la
independencia (dieciocho) yendo al colegio, recibiendo insrucción.
Ahora, ninguna persona consigue formarse sin la fundamental
colaboración paternal, lo que pasa que en incontables ocasiones una
de estas dos ayudas falla, o incluso ambas. Es el caso de Meridith
en la película, una joven apuesta y de grandes galones, con elevadas
proyecciones académicas, pero que a consecuencia de las continuas
discusiones violentas presenciadas en casa termina por dedicar sus
esfuerzos a fotografiar en la clandestinidad. Y, por supuesto, debido
a la relación amistosa con el profesor Henry, fundamenta su muerte
en una obsesión por éste. Sí, la chica se suicida.
Como ya somos conocedores la indolencia de los escolares ante el
aprendizaje resulta una cuestión sumamente extendida en la
actualidad.
Época ominosa en el
instituo. Reversión de la situación gracias a la intervención de
Henry, que adapta sus clases conforme a lo que requieren sus
discípulos: mejor atención y cercanía. Y eso es lo que logra,
establece una conexión emocional con el grupo que ninguno de estos
adolescentes otrora había experimentado. La nefasta administración
del instituto al que aterriza, ubicado en una barriada marginal, ha
motivado la tremenda apatía de dichos chicos de cara al escaparate
cultural. Infravaloran los estudios (labrarse un futuro), incluso si
me apuráis, no llegan a valorarse a sí mismos, y, claro está, que
tampoco encienden un amor por biología o los números enteros.
Las visiones que ofrecemos
a nuestros alumnos son las que dan forma al futuro- según el
desaparecido astrónomo y autor de una veintena (a dedo) de libros,
Carl Sagan-
Si no hay razones
suficientes por las que pelear, luchemos por simple amor (esta es
sencillamente marca de la casa).
¿Es culpable la sociedad
educativa de ahuyentar el interés cultural y didáctico de los
estudiantes con sus métodos (organización, grado de implicación)?
¿ También lo es de que sus alumnos asistan clase con desdén?
Sírvanse. El debate no ha
hecho más que empezar.
David Checa Jr. (Checa a secas para los colegas).